La planta desalinizadora de agua que opera en la zona de El Cochórit para a abastecer a Guaymas y una parte de Empalme, no ha cumplido con las expectativas de los usuarios quienes continúan padeciendo escasez del líquido en sus hogares y están sujetos a tandeos que muchas veces no se cumplen.
Después de que se inaugurara en julio de 2022, las mejoras en el suministro no han sido visibles, lo que lleva a la ciudadanía a hacer especulaciones orientadas a la idea de que esa planta no funciona o que solamente trabaja para dotar a particulares.
En conferencia de prensa, el titular de la Comisión Estatal del Agua (CEA) en Guaymas,Manuel González Robles y el enlace de la CEA con la desalinizadora Noé Martínez García, explicaron que la planta se encuentra en funcionamiento, y que el desabasto en la ciudad se debe a dos factores: la salida de operación varios pozos de la captación Río Yaqui y Bocabierta, y de los continuos “apagones” de energía eléctrica que dificultan el funcionamiento de todo el sistema de distribución.
Aseguraron que cuando se rehabiliten los tres pozos y termine la temporada de lluvias, los usuarios comenzarán a notar la eficiencia de la desalinizadora, ya que los “apagones” recurrentes son un impedimento para que la infraestructura hidráulica lleve el agua a su destino, que es mayormente Guaymas, porque en Empalme no es tan agudo el problema de escasez.
Según lo expuesto en la conferencia, la planta aporta un 30 % del agua potable, y para un buen abastecimiento se necesitan alrededor de 600 litros por segundo en las dos captaciones (Río Yaqui y Bocabierta), más los 200 litros de la desalinizadora, lo que resultaría en un estándar de entre 800 y 900 litros por segundo, pero la generación de este volumen hacia las zonas urbanas será posible en los próximos meses, cuando se estabilicen los problemas técnicos que actualmente tienen.