CDMX.- Para no abrir un nuevo frente de confrontaciones con México, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, decidió, por el momento, no aplicar sanciones comerciales contra nuestro país, ante la certificación que emitió el 18 de mayo el Departamento del Interior, por la violación de tratados internacionales, debido a la captura y comercio ilegal del pez Totoaba, que provoca la muerte incidental de la vaquita marina.
En una carta enviada al Congreso de Estados Unidos, el mandatario estadunidense anunció que dará un año de plazo para que el gobierno mexicano tome las medidas necesarias, con el fin de evitar la extinción del mamífero marino en mayor peligro del mundo.
En ese lapso de tiempo, los departamentos y agencias ejecutivas de EU deben convocar a un diálogo de alto nivel con el Gobierno de México para discutir las medidas que tomará en la reducción del tráfico ilegal de Totoaba y mejorar la conservación de la vaquita marina.
Además, las dependencias de EU tienen que establecer un calendario de reuniones trimestrales con las autoridades mexicanas para revisar la implementación del Plan de Acción para el Alto Golfo de California avalado por la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres).
Joe Biden también ordenó incluir el tema del combate al tráfico ilegal de Totoaba y la conservación de la vaquita marina en la agenda para el próximo Diálogo de Alto Nivel sobre Seguridad entre México y Estados Unidos.
Finalmente, en julio de 2024, el Departamento del Interior, Secretaría de Comercio, Secretaría de Estado y la Representación Comercial de EU, realizarán una evaluación de las acciones implementadas por México, con lo que se tomará una decisión sobre la certificación emitida hace dos meses, con base en la llamada Enmienda Pelly.
“No estoy ordenando al secretario del Tesoro que imponga medidas comerciales a los productos mexicanos para las actividades que llevaron a la certificación por parte del Departamento del Interior en este momento porque las acciones descritas anteriormente son los medios apropiados para abordar este problema», escribió el presidente de Estados Unidos.
Al respecto, el Centro para la Diversidad Biológica, una de las organizaciones de la sociedad civil que promovieron las sanciones comerciales contra México, manifestó estar decepcionada con la decisión del Gobierno de Estados Unidos, que hace muy poco por salvar a la vaquita marina de la extinción.
Estos son los mamíferos marinos más raros del mundo y, sin embargo, Estados Unidos ha vuelto a perdonar al gobierno mexicano. México tiene una larga y dolorosa historia de promesas fallidas sobre la protección de estas pequeñas marsopas.
“Estados Unidos necesita aplicar las medidas más fuertes y prohibir la importación de mariscos de México hasta que se detenga realmente la pesca ilegal en su hábitat. Las últimas 10 vaquitas están en juego», indicó Sarah Uhlemann, directora del Programa Internacional del Centro para la Diversidad Biológica.
La certificación emitida por el Departamento del Interior abría la puerta para que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, decretara un embargo comercial contra de todas las pesquerías mexicanas, como sanción por violar tratados internacionales.
El mercado de EU representa el 50 por ciento de las ventas de pescados y mariscos de México al exterior, lo que equivale a 763.5 millones de dólares anuales.
El antecedente de un embargo por la Enmienda Pelly, se registró en 1994, cuando la administración Clinton prohibió importaciones de vida silvestre provenientes de Taiwán, por el comercio ilegal de partes de rinocerontes y tigres en violación de la CITES.
En respuesta, el Gobierno de Taipéi cerró inmediatamente sus mercados nacionales donde se vendían estos productos y subproductos y reforzó la aplicación de sus leyes de protección de los recursos naturales.
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